Por: Valentina León Salcedo,
estudiante del programa Profesional en Moda
La charla inició con preguntas para poner en contexto a la audiencia sobre esta plataforma, que permite comprar y vender ropa de segunda mano, prolongando la vida útil de las prendas de forma segura, alargando su uso y promoviendo un ciclo más responsable. Además, el manejo adecuado y la higiene de la ropa de segunda mano aseguran su reutilización, ofreciendo una alternativa más consciente.
La moda sostenible ha surgido como una respuesta al impacto negativo del fast fashion, que fomenta el consumo rápido y el desperdicio. Las cifras de prendas que utilizamos diariamente como los jeans, nos arrojan que estos gastan entre 7 y 10 litros de agua en promedio, así mismo las camisetas y las gabardinas, requieren miles de litros de agua para su creación y mantenimiento.
Las prendas más sostenibles son aquellas que ya existen, según la ONU si usáramos las prendas el doble del tiempo de lo que hacemos ahora, ahorraríamos el 25% de las emisiones de CO2 de la industria de la moda cada año; plataformas conocidas de compra masiva utilizan precios ultra bajos, cuya calidad no es muy buena, pero con buenos descuentos que incitan a comprar artículos que en realidad no necesitas, y al ser productos baratos y desechables, son un problema para el medio ambiente, dejando residuos y desperdicio de recursos.
Por otro lado, la conferencista también nos nombró algunos de los mitos que existen alrededor de la ropa de segunda mano:
- ES ANTIHIGIÉNICO: se suele suponer que la ropa de segunda mano no es higiénica y se vende sin ser lavada adecuadamente o hasta con malos olores.
REALIDAD: al probarse una prenda así sea nueva se puede llegar a ensuciar o a crear algún daño en ella, siempre es recomendable lavar la prenda, sea nueva o no, antes de ser usada. - MALAS ENERGÍAS: la ropa de segunda mano está cargada de malas energías.
REALIDAD: es cierto que la ropa está cargada de energía, pero cuando se toma una prenda y se reutiliza, toda esa energía se vuelve positiva. - ROPA DESGASTADA Y DAÑADA: la ropa de segunda mano está desgastada en su material y colores, y no está en óptimas condiciones.
REALIDAD: se puede encontrar ropa con pocos usos, como ropa nueva y con etiquetas. Por ejemplo, en la plataforma solo hay un 2% de solicitudes de devolución.
Reflexionar sobre el consumo de moda nos invita a soltar lo que ya no usamos y a pensar en el impacto de nuestras elecciones, muchas veces compramos artículos que ni quiera necesitamos solo por impulso. Así mismo, se pueden vender prendas que tal vez ya no utilizamos, lo que nos da un beneficio económico y nos permite dárselo a alguien que muy seguramente sí lo necesita. Ser más conscientes de lo que tenemos y lo que realmente necesitamos no solo ayuda al medio ambiente, sino que también nos permite simplificar nuestra vida y contribuir a un ciclo de moda más sostenible.
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