El pasado 16 de agosto tuvo lugar el Ágora Inaugural de la Maestría en Planeación para el Desarrollo vinculada a la Facultad de Sociología de la Universidad Santo Tomás. Bajo la moderación de la docente Carol Perugache se realizó el conversatorio titulado “Los desafíos de la planeación para el Desarrollo en un contexto de cambio climático” que tuvo como invitados a Natalia Escobar coordinadora de Justicia Ambiental en el Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad DEJUSTICIA y Edward Buitrago Subdirector de Planeamiento Rural Sostenible de la Secretaría Distrital de Planeación de Bogotá.
El Ágora se constituye en un espacio abierto no solo a estudiantes de la maestría sino del pregrado de Sociología en donde se abordan temáticas claves en torno al modelo de desarrollo colombiano y el papel que juega la planeación social y económica. En esta ocasión se partió de reconocer la existencia de una crisis energética y ambiental provocada por el sistema económico capitalista que orienta la mayoría de los procesos de producción de bienes y servicios a escala nacional y global. La intervención de los gobiernos a partir de la planeación no ha dejado de ser importante aun cuando existen diferencias significativas en la manera en que se diseñan las políticas públicas orientadas a un desarrollo sostenible.
En un primer momento, se discutió acerca de la trayectoria y evolución en el debate acerca del cambio climático. Se menciona que no es una moda y que existen estudios que aportan evidencias de las implicaciones que este proceso está generando en países como Colombia. Por lo tanto, no se puede negar la importancia de la planeación cuando se trata de tomar acciones que permitan mitigar las consecuencias que dejan acciones como la deforestación y el aumento en el nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. Existe ya una creciente normatividad que incluye internacionales y que ha ayudado en la consolidación de un discurso y modelos de política pública que están siendo ensayados en diferentes regiones del mundo.
Un segundo elemento de análisis ha sido el papel de la planificación territorial. Para ambos expertos es importante el tema de la financiación que puede proceder desde diferentes organismos internacionales pero que debe incluir también a las comunidades, puesto que es importante también la generación de las capacidades técnicas. Es necesario que tanto el tema del financiamiento, como de la asistencia técnica y el empoderamiento de las comunidades se pueda materializar en planes de acción climática de escala departamental. Se sumaría a ello un proceso de discusión sobre los sistemas productivos que se podrían promover en cada territorio ya que si bien hay compromisos asumidos por la Nación existen particularidades en cada región colombiana.
Por último, se plantearon algunas consideraciones en torno a los actores clave que pueden contribuir a enfrentar el cambio climático. Este es un punto importante en la medida en que se denuncia la individualización de muchos problemas que pueden y deben ser afrontados de forma colectiva. Si bien son importantes aquellas campañas orientadas a las posibilidades que se tiene como individuos por un tipo de consumo más responsable es evidente que se necesita de los tejidos sociales en cada territorio. Desde esta perspectiva el gobierno y la planeación aparecen como representantes de esa mirada más colectiva y por lo tanto con mayor poder de negociación. No obstante, el papel de la comunidad sigue siendo importante ya que en últimas ellas son las que están más vinculadas a los proyectos que se ejecutan en sus jurisdicciones. También son actores claves los sectores empresariales y las mismas universidades, en suma, se trata de una planificación participativa que opera en un contexto multinivel para recuperar una mirada de largo plazo de los territorios.
Se finalizó el evento con una serie de intervenciones y preguntas de los asistentes. En primer lugar, sobre el rol que juega la tecnocracia como actor clave en la implementación de las políticas en un contexto como el colombiano marcado por procesos de corrupción. En un segundo momento se discutió el papel de acuerdos o compromisos ambientales que ya están incorporando en sus exigencias no solo la evidencia de impacto ambiental cero sino también en materia de DDHH y la protección de comunidades ancestrales.