La Universidad Santo Tomás explica las características y los objetivos de formación de cada título.
El mundo se enfrenta a nuevos retos que exigen de los profesionales una mayor preparación académica, con profundidad y disciplina. Para este propósito, los estudios de posgrado permiten responder de manera pertinente al ritmo acelerado de la sociedad en términos de educación, investigación y creación de nuevo conocimiento.
En diálogo con la Universidad Santo Tomás, este medio conoció algunas claves que deben ser tenidas en cuenta al momento de considerar la posibilidad de emprender un estudio de posgrado.
Entre las más sobresalientes está el hecho de tener en cuenta que realizar un estudio de posgrado le permite al profesional acceder a más y mejores oportunidades en el mercado laboral.
“Institucionalmente, trabajamos en fortalecer día a día una oferta de programas pertinentes, que respondan a las necesidades de los diferentes sectores, no solo en el país, sino a nivel global”, explica el Rector General de la Universidad Santo Tomás, Fray José Gabriel Mesa Angulo O.P.
Fray Alberto Ramírez O.P., director de la Unidad de Posgrados de esta Institución de Educación Superior, considera que pese al razonable escepticismo que se puede generar ante la promesa de una mejora en la vida profesional, existen análisis (por ejemplo, el del Boletín Nacional de Empleo del DANE de 2018) que demuestran que los trabajadores que cuentan con algún título de posgrado sí acceden a mejoras salariales en comparación con quienes solo tienen un pregrado.
Por su parte, Camilo Triana, docente de la Unidad de Posgrados de la Universidad Santo Tomás, explicó que realizar un estudio de posgrado en estos momentos de cierta discreción en el tema de inversiones se convierte en un “ahora o nunca”, porque los incrementos económicos se ven reflejados además, en los costos de las matrículas.
En relación con esa realidad, un estudio del Higher Education Funding Counsil (HEFCE), de Inglaterra muestra que, en la década anterior, los costos de los estudios universitarios posgraduales crecieron por encima del 80%.
En lo que respecta a la edad, la profesora Diana Sáenz, docente de la Unidad de Posgrados de la USTA indica que, si bien esta no debería ser un factor decisivo para iniciar estudios de posgrado, lo ideal es que se tomen una vez la persona finalice su pregrado.
Ahora, la pregunta que surge es: ¿mejor una maestría o una especialización?
Para tomar la decisión correcta hay que considerar que la especialización proporciona el enfoque en un área específica de optimización o actualización de la formación profesional, mientras que la maestría entrega una estructura general y una dirección en estudios que, por lo general, culminan en la realización de un doctorado.
El profesor Darwin Muñoz, encargado de la línea de opciones de grado en la Unidad de Posgrados de la Santoto, manifiesta que en Colombia las especializaciones son una alternativa muy valiosa para los egresados de un programa de pregrado que quieran actualizarse en su profesión y deseen adquirir herramientas específicas en determinada disciplina.
Ahora bien, explica el docente, que si el deseo de la persona es formarse en investigación y fortalecer este tipo de habilidades, lo mejor es optar por una maestría.
Otros aspectos para considerar es que el profesional que quiere cursar una maestría esté motivado porque necesita consolidar competencias y habilidades en y para la investigación, mientras que con las especializaciones el propósito es consolidar competencias y habilidades propias de la disciplina o la profesión en la que se encuentra inmerso laboralmente o en las que desea incursionar en un futuro cercano.