Con gran entusiasmo y una notable participación de la comunidad tomasina, se llevó a cabo en los diferentes campus de nuestra querida Santoto el octavo día de la Novena de Aguinaldos. El mensaje principal de esta jornada estuvo centrado en un tema de inmensa relevancia: LA ALEGRÍA.
El significado de la alegría como fruto del Espíritu Santo. Según Gálatas 5:22-23, la alegría es uno de los frutos que nacen de vivir bajo la guía del Espíritu, junto con el amor, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio propio.
La alegría que proviene del Espíritu Santo no es superficial ni pasajera; es una alegría profunda y duradera que trasciende las circunstancias y se convierte en un motor de esperanza y paz. Durante la jornada, se reflexionó sobre la importancia de cultivar esta alegría a través de los dones del Espíritu Santo, permitiendo que transforme nuestra vida diaria y nuestras relaciones con los demás.
Cinco caminos para cultivar la alegría
Se destacaron cinco prácticas esenciales para cultivar la alegría en nuestras vidas:
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La oración: La oración es el diálogo constante con Dios, fuente de toda alegría. A través de la oración, encontramos paz y nos unimos más profundamente a Cristo.
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La Eucaristía: Participar en la Eucaristía nos permite recibir a Cristo en nuestra alma, llenándonos de una alegría interior que fortalece nuestro espíritu.
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La comunidad: La vida en comunidad nos brinda la oportunidad de compartir nuestra fe y alegría con otros, fortaleciendo los lazos de fraternidad y unión.
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El servicio a los demás: Salir de nosotros mismos para servir a los demás nos llena de la alegría que surge al dar y compartir sin esperar nada a cambio.
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La gratitud: Reconocer las bendiciones que recibimos cada día nos permite experimentar el gozo de un corazón agradecido.
La celebración cerró con un llamado a vivir la alegría como un testimonio de nuestra fe y un signo de esperanza para el mundo.