La educación superior en Colombia enfrenta desafíos significativos que pueden convertirse en oportunidades para mejorar e innovar. Uno de estos desafíos es la competencia global, donde cualquier universidad del mundo puede ofrecer programas en línea accesibles desde cualquier lugar, permitiendo a los estudiantes obtener certificados o diplomas sin abandonar su país. En este contexto, la percepción de que los cursos en línea o híbridos afectan negativamente la calidad educativa es un obstáculo, a pesar de que estas modalidades pueden proporcionar competencias y habilidades valiosas de manera no presencial.
Otro desafío importante es la revolución tecnológica y la inteligencia artificial generativa, que han reducido la relevancia de la autoridad del profesor y de las bibliotecas tradicionales como fuentes de conocimiento. La rapidez de estos cambios sugiere una necesidad urgente de adaptar los currículos y la duración de los programas académicos para que sean más flexibles y pertinentes en un entorno laboral en constante evolución. Los currículos deben ser rediseñados para enfocarse en habilidades y competencias actualizadas y pertinentes, en lugar de seguir un formato rígido de cinco años con contenidos que pueden estar desactualizados.
Para abordar estos desafíos, las universidades públicas en Colombia, que tienen la responsabilidad de promover la equidad y la movilidad social, podrían considerar ofrecer programas de tres años con la opción de posgrados gratuitos en los dos años siguientes. Esto permitiría a los estudiantes ingresar al mercado laboral de manera más rápida y económica, mientras se beneficiarán de una educación adicional sin costo, lo que sería especialmente valioso para aquellos de sectores marginados que enfrentan costos adicionales de transporte, alimentación y alojamiento.