Los claustros universitarios son ese espacio de enseñanza, de aprendizaje pero también el lugar de compartir vivencias, de reír, hacer amigos, establecer lazos de afecto, ese lugar mágico donde se llega un día llenos de nervios y ansiedad, pero poco a poco se va convirtiendo en confianza, seguridad, en ese espacio de crecimiento integral donde se invierte mucho tiempo y con el paso del mismo se llega a convertir en un segundo hogar.
Para quienes experimentan este privilegio de la vida universitaria pasa muchas veces desapercibido ese sentimiento, es normal pasarla bien, reírse por todo y no sentir el paso del tiempo, luego cuando viene la graduación, o llega el momento de separarse de su grupo de amigos, suele llegar esa nostalgia, esa emotividad por lo caminado pero también por lo bonito del proceso.
La universidad por definición es la estructura física destinada a las cátedras, con sus oficinas, papeleos y trámites, pero claramente le hace falta algo a esta definición, algo que es clave y son los estudiantes, el verdadero sentido y el alma de su existir. Por eso hoy, cuando están a punto de regresar con sus risas, su elocuencia, su chispa, su ambiente, su amabilidad, sus talentos, sus ideas y todo lo que reúnen, es momento de reconocer su valor, su rol importantísimo dentro de la institución y lo mucho que se les extraña cuando las aulas, auditorios, bibliotecas y todos los espacios se encuentran sin ellos.
Como decía el gran Santo Tomás de Aquino: “El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido: la verdad”. Y ese empuje, esa iniciativa que como estudiante, no importa el semestre que esté cursando, es parte de esa impronta que quiere dejar la Santoto en sus estudiantes, esa huella que permanecerá en el tiempo y que lo hace único vaya a donde vaya.
Bienvenidos de nuevo a casa estudiantes tomasinos, un nuevo semestre académico comienza, lleno de expectativas, aprendizajes y experiencias positivas, su presencia le da un brillo especial a este claustro, son muy valiosos, recuerden siempre que son la esencia de la universidad.
¡Larga vida a los estudiantes de la Santoto!