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Ser y trascender: una apuesta académica y espiritual por el bienestar de los jóvenes

Escrito por Dirección de Comunicaciones | Apr 7, 2025 4:37:22 PM

En las instalaciones del colegio Seminario San Juan Apóstol de Facatativá. Se llevó a cabo el foro Ser y trascender, un evento que reunió a cerca de 200 jóvenes provenientes de instituciones de educación superior y de formación para el trabajo y el desarrollo humano, con el propósito de reflexionar sobre el sentido de la existencia, el cultivo de la vida interior y la salud mental como dimensión integral del desarrollo humano.

Este foro fue organizado por la Universidad Santo Tomás, a través del Centro de Atención Universitaria de Facatativá, en articulación con la Pastoral Técnica y Universitaria de la Diócesis de Facatativá, en respuesta a una necesidad latente en la región: repensar el papel de la academia frente a los desafíos emocionales, existenciales y espirituales de la juventud contemporánea. En un mundo atravesado por la inmediatez, la hiperconectividad y la despersonalización de las relaciones, la universidad —fiel a su tradición humanista y tomista— asumió el reto de propiciar un espacio de formación para el alma.

El evento fue moderado por el coordinador del CAU Facatativá, Milton García Díaz, quien también fue el encargado de presentar las conclusiones finales del foro, destacando el valor de esta experiencia como una práctica de diálogo entre la razón, la fe y la experiencia personal, en clave educativa y pastoral.

La introspección como punto de partida: Samir Padilla y la conciencia del ser

La primera intervención estuvo a cargo del psicólogo clínico y especialista en logoterapia Samir Padilla, quien propuso un viaje introspectivo hacia el reconocimiento de la conciencia del ser, las emociones y los sentimientos. Retomando los postulados de Viktor Frankl, creador de la logoterapia, Padilla enfatizó que, “el ser humano no está destruido por el sufrimiento, sino por el sufrimiento sin sentido”. En este contexto, invitó a los jóvenes a detenerse, a habitar el presente y a reconocer en su mundo interior la brújula para la toma de decisiones con sentido.

Durante su ponencia, Padilla propuso un ejercicio de introspección, no solo como herramienta clínica, sino como camino para el autoconocimiento y la sanación emocional, al estilo de Carl Gustav Jung, quien afirmaba que “quien mira hacia fuera, sueña; quien mira hacia dentro, despierta”.

En la segunda parte de su intervención, Samir Padilla centró su discurso en la búsqueda de trascendencia como una necesidad existencial universal, asociando esta dimensión con el encuentro auténtico con el otro. Inspirado en Martín Buber y su obra “Yo y Tú”, resaltó que solo en el reconocimiento del otro como sujeto y no como objeto es posible alcanzar relaciones auténticas, amorosas y espiritualmente significativas.

 El alma como centro: Padre Víctor Ricardo Moreno y el silencio interior

La segunda ponencia fue desarrollada por el padre Víctor Ricardo Moreno, quien abordó el tema desde una mirada espiritual. Propuso un llamado urgente a cultivar el alma, entendida no en un sentido religioso dogmático, sino como el centro de la identidad, la interioridad y la capacidad de amar.

Inspirado en San Agustín, quien en sus confesiones reconocía que, “tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé”, el padre Moreno subrayó que muchos jóvenes posponen la búsqueda de su interioridad por estar atrapados en las exigencias externas del mundo moderno.

El padre Moreno guio un ejercicio de silencio consciente, alineado con las prácticas contemplativas de la tradición cristiana y con la fenomenología del cuerpo propuesta por Maurice Merleau-Ponty, promoviendo una experiencia de conciencia plena del cuerpo, la respiración y el entorno. Este momento se vivió como una oportunidad para que los jóvenes reconectaran con su humanidad, entendiendo que el alma también se cultiva en la atención plena, el silencio y la apertura al otro.

Amar y dejarse amar: cierre con monseñor Pedro Manuel Mantilla

El foro concluyó con la participación de monseñor Pedro Manuel Mantilla, obispo de la diócesis de Facatativá, quien compartió una sentida reflexión sobre la necesidad de reconocerse como sujetos dignos de amor y capaces de amar. Retomando el pensamiento de Emmanuel Levinas, quien planteaba que el rostro del otro nos interpela éticamente, monseñor enfatizó que la experiencia del amor es el fundamento más profundo de la vida humana.

El obispo invitó a los jóvenes a descubrir que el amor no solo es un acto de voluntad hacia los demás, sino también una apertura a ser amado y acogido. Esta afirmación, que puede parecer sencilla, conlleva una profundidad espiritual que interpela la identidad, el ego y la capacidad de confiar.

Conclusión general: hacia una pedagogía del ser

Las reflexiones de los ponentes confluyeron en una conclusión esencial: la educación debe volver al ser humano, a su mundo interior, a su capacidad de buscar sentido, trascender, amar y ser amado. La Universidad Santo Tomás, como institución de inspiración cristiana y humanista, reafirma su compromiso con una pedagogía integral, que no solo forme profesionales, sino también personas conscientes, empáticas, espiritualmente lúcidas y éticamente comprometidas.

El foro Ser y trascender, se convierte así en una respuesta concreta a los desafíos de la salud mental, emocional y espiritual de los jóvenes en el contexto actual, recordando que la academia no puede ser ajena a la vida interior de sus estudiantes, sino que debe convertirse en un espacio de acompañamiento, sentido y transformación.