La situación que atraviesan América latina y el Caribe en materia de aprendizajes y gobernabilidad de los sistemas educativos nos convoca con urgencia a poner en el centro de la discusión el planeamiento para construir futuros más justos y sostenibles.
El futuro de la humanidad está en un momento de inflexión. La crisis climática global, las grandes transformaciones tecnológicas, los profundos cambios en las formas del trabajo y la creciente desigualdad social configuran un mundo en el que abunda la incertidumbre.
Frente a las inequidades de nuestra época, dejar que los acontecimientos sigan su curso no debería ser una alternativa. Construir una sociedad más justa requiere, como condición fundamental, garantizar oportunidades de aprendizaje para todas las personas.
Ello convoca a todo el ecosistema educativo (estados, escuelas, docentes, familias, organismos internacionales y de la sociedad civil, y al sector privado) a poner manos a la obra y promover un sólido compromiso con el planeamiento educativo, como estrategia para orientar las transformaciones que la educación necesita.
Entonces, ¿por qué resulta necesario planificar la educación del siglo 21 en América latina y el Caribe? Porque a otras problemáticas globales y regionales de relevancia –como son los desastres naturales, los conflictos armados, el desplazamiento forzado de personas y las permanentes crisis de financiamiento y gobernabilidad–, se suma un escenario crítico en materia de aprendizajes.
Cifras y preocupaciones
De acuerdo con los registros más cercanos de la Unesco, se estima que 244 millones de niñas, niños y adolescentes de todo el mundo no asisten a la escuela; 763 millones de jóvenes y adultos son analfabetos, y menos del 5% de la población mayor de 15 años participa en la educación de adultos, en casi un tercio de los países del mundo.
Su derecho a la educación está siendo vulnerado. En julio de 2022, el Banco Mundial presentó un informe titulado “Situación de la pobreza de aprendizaje a nivel mundial”, en el que se enfatiza que América latina y el Caribe es la región que aceleró su proceso de desigualdades en materia de aprendizajes desde el comienzo de la pandemia.
El reporte sostiene que en nuestra región “el 80% de los niños en edad de terminar la escuela primaria no pueden comprender un texto simple”.
Debatir y planificar
Crear espacios de debate es clave para este propósito. Este es el objetivo y el eje de trabajo del próximo Foro Regional de Política Educativa, que impulsamos desde IIPE Unesco y que tendrá sede en Buenos Aires, de manera híbrida, el próximo martes 15 de octubre, y enteramente virtual el miércoles 16.
Hoy la región necesita planificar, es decir, explicar e imaginar realidades futuras, rediseñar experiencias de aprendizaje concretas y transformadoras, y desarrollar las capacidades de los gobiernos para que conduzcan un proceso de cambio profundo del sistema educativo.
La situación que atraviesan América latina y el Caribe en materia de aprendizajes y gobernabilidad de los sistemas educativos nos convoca con urgencia a poner en el centro de la discusión el planeamiento para construir futuros más justos y sostenibles.