La expectativa generada por el presidente Petro de acabar la entidad (por la prometida universalización de la gratuidad educativa) presionó la gestión de Toro, quien, pese a sus muchos anuncios e intención de humanizar el servicio, se va con pocos aplausos. Mauricio Toro, quien llegó al cargo a finales de agosto de 2022, y trabajó muy de la mano del entonces ministro de Educación, Alejandro Gaviria, presentó su carta de renuncia a partir del 23 de febrero próximo. Argumentó motivos personales.
El mismo funcionario reconoció ante medios de comunicación, que era una decisión personal (cierre de ciclos de vida, dijo) tomada desde hace meses. Igualmente bajó mucho la aparición mediática de Toro.
Mientras que las IES privadas trataban de defender al Icetex (pese a algunos gestos poco agradables de Toro con el sector y su poco conocimiento del tema cuando llegó), los más fuertes críticos de Toro han sido los voceros del movimiento estudiantil y alguien que ha sido, siempre muy crítico con el modelo y que, incluso, llegó con este gobierno al Icetex pero salió de la entidad a los pocos meses: Daniel Torres, el gestor del movimiento “Icetex te arruina”, y quien, a propósito de la salida de Toro, ahora dice que los “motivos personales” para la renuncia fueron: “Escándalos de corrupción, dejar a las/los deudores embargados, no cumplió el Programa de Gobierno, despilfarró los dineros de la educación, e ignoró y atropelló al movimiento estudiantil”.
En su carta de renuncia al presidente Gustavo Petro, Toro le dice que “es urgente transformar el Icetex para hacerlo una entidad realmente social y de apoyo, y no una mera entidad crediticia”. Asimismo, indica que “hace falta transformar muchas cosas, pero la transformación profunda de la entidad, el cambio de su modelo bancario por un modelo de asistencia social requiere la voluntad del Congreso de la República y la concurrencia de recursos directos del presupuesto nacional”.