Economía Editorial

¿Más impuestos? Reforma tributaria en perspectiva

Decano_NestorDarioPreciadoMorenoPor: Néstor Darío Preciado Moreno, Decano de la Facultad de Economía

Nos enfrentamos a la incertidumbre de un nueva reforma tributaria y las dudas empiezan a surgir con una gran pregunta: "¿Y eso cómo me afecta a mí?". Para responderla, debemos comprender el papel e importancia de los impuestos en la vida cotidiana de los ciudadanos de nuestro país.

Colombia tiene un conjunto de gastos para el funcionamiento de orden nacional, departamental y municipal: los salarios de todos los funcionarios públicos, servicios públicos, transportes, uniformes, salud, licencias, entre otros; cuántos se pagan mes a mes gracias a los impuestos que pagamos. Es decir, el ingreso del país son los impuestos.

Otro gran uso de los impuestos es el pago del servicio a la deuda. Nuestro país ha necesitado dinero para inversiones, emergencias y otros usos; también ha salido a pedir prestado, por eso pagamos los abonos a capital más intereses, tal como pasa en nuestras casas cuando pedimos un préstamo a una entidad financiera.

Sin embargo, el gasto de funcionamiento del país ha venido en crecimiento, siendo más grande que el ingreso, y para solucionar esta problemática (pérdida), llamada técnicamente déficit, el Gobierno ha diseñado una estrategia enfocada en una nueva reforma tributaria, que busca recoger más dinero vía impuestos, lo que afectará la capacidad de consumo de todas las personas del país; y desde allí la producción de las empresas.

Para entenderlo mejor, supongamos que usted gana $100 y después de cubrir gastos como mercado, salud, arriendo, transporte, ropa y otros por un total de $75, le quedan $25. Para ahorrar, viajar o darse pequeños gustos como compartir un helado el domingo en familia o salir con los compañeros de la universidad un viernes después de clase, con la nueva reforma no incrementará su salario, seguirán siendo los mismo $100; sus gastos empezarán a crecer en la medida de los nuevos impuestos y pasará de $75 a $90, los $25 de los pequeños gustos bajan a $10. Así que ya no tendría muchos helados de domingo y las salidas con los compañeros de la U, empezarían a ser más costosas y reducidas.

Ahora, como consumidores todo será más costoso y empezarán las restricciones. Es decir, compraremos menos, reduciendo la producción de las empresas que llevarán a tener menos empleados, lo que proyecta un incremento en las tasas de desempleo.

Por otro lado, hemos escuchado que los impuestos solo afectarán a las personas más pudientes del país, pero no es tan así. Por ejemplo, con el impuesto a los combustibles, el precio de la gasolina del bus, taxi o medio de transporte que lo trae a la universidad subirá, y por ende deberá subir el precio del transporte; o el señor que en su camión lleva el mercado a la plaza cobrará más por este servicio; desde allí se desata una cadena, donde todos pagaremos más y consumiremos menos.

Bajo este panorama la pregunta es. ¿qué otra opción tiene Colombia? Y su respuesta sencilla, lo que siempre hacemos en casa, apretar el cinturón y reducir el gasto. Es hora de tener un gasto fiscal (del país) acorde a su capacidad de ingreso y no seguir ahogando a las personas en nuevos y altos impuestos, pues ahora montar en bus, comprar por internet y hasta una cerveza con los amigos, se proyectan como un lujo de personas adineradas.


* Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no reflejan necesariamente el pensamiento ni la postura institucional de la Universidad Santo Tomás.

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