Por Julieth Mariana Peña Espitia, Coordinadora de los Centros de Proyección Social de la USTA y Juan Diego Chica Yara. Coordinador de Comunicaciones de la Fundación Apoyar.
Un espacio de aprendizaje compartido desde la diversidad de los territorios de Bogotá, La Dorada (Caldas) y Soacha desde el Centro de Proyección Social en Cazucá.
Se llevó a cabo la clausura del diplomado en Políticas Públicas y Construcción de Paz con Enfoque de Género, el cual contó con la participación de más de 140 jóvenes de Soacha, Bosa y el municipio de La Dorada en el departamento de Caldas. El diplomado se desarrolló durante los meses de abril y mayo desde el liderazgo del Centro de Proyección Social de la Universidad Santo Tomás en Cazucá, la Facultad de Sociología y el IPAZDE, en articulación con la Fundación Apoyar[1]; una ONG sin ánimo de lucro que trabaja en las ciudades y los campos de Colombia en la creación y ejecución de varios proyectos de desarrollo comunitario, para madres, niñas, niños y jóvenes en condiciones de desplazamiento y vulnerabilidad.
Este proceso formativo evidenció que hoy los vínculos entre la comunidad, academia y las ONG son fundamentales en el desarrollo comunitario de los diversos territorios en el país. Y que fortalecer los conocimientos de los jóvenes en este tipo de temáticas, más aún cuando son jóvenes que han crecido en territorios altamente vulnerables, es lograr un profundo cambio en sus proyecciones de vida. Es por ello que la USTA desde los Centros de Proyección Social y la Fundación Apoyar reafirman su compromiso con estos procesos.
La participación equitativa entre las mujeres y los hombres, fue un enfoque protagonista en el diplomado. En cada clase las jóvenes fueron poco a poco reconociéndose como eje fundamental de la historia, lo público y lo político, y asumiendo el compromiso ciudadano de ser gestoras de la paz.
Tanto Fundación Apoyar, como la comunidad que participó en este diplomado, agradece a la USTA por ser generadora de estos espacios de comunicación horizontal, entablando conocimientos compartidos y unión comunitaria; y logrando metodologías y estrategias precisas frente a la virtualidad en la que se llevó a cabo el proceso. Espacios de formación efectivos, propiciados por los docentes y estudiantes.
Conocer los puntos de vista de las y los 149 participantes y lograr certificarlos en éste diplomado, nos llena de gran satisfacción y nos motiva a seguir trabajando en este tipo de articulaciones. Y trabajaremos para que estos escenarios de participación comunitaria se sigan dando.
“Poder comprender que el cambio generacional conlleva nuevas responsabilidades que tienen como base el intercambio de saberes, para la profunda transformación social que piden los territorios en estos tiempos de crisis y que se logra a través de la educación y la participación de cada individuo”
Juan Diego Chica, coordinador de comunicaciones de la Fundación Apoyar.
[1] Con la cual la USTA tiene firmado un convenio marco de cooperación.
