Fray Orlando, nacido en Zapatoca, Santander en 1960, dedicó su vida al servicio de la Iglesia, de la Orden de Santo Domingo y de la educación superior católica. Ingresó a la Orden de Predicadores en 1983 y realizó sus estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Santo Tomás, donde fue ordenado sacerdote en 1990. Su vínculo con la Universidad fue profundo y duradero, no solo como estudiante, sino también como formador, guía y rector entre los años 2007 y 2010.
Durante su vida consagrada, ejerció el servicio de prior en diversos conventos del país, tales como Santo Domingo en Bogotá, San José en Bogotá, el Santísimo Nombre de Jesús en Cali y Cristo Rey en Bucaramanga. También se desempeñó como maestro de novicios para la región andina (Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela), dejando huella en la formación de nuevas generaciones de frailes dominicos.
Su vida fue un testimonio de entrega, sabiduría y amor por la verdad, en fiel sintonía con el carisma dominicano. En los últimos años, Fray Orlando sirvió en Roma como Socio para la Vida Apostólica de la Orden y, posteriormente, fue nombrado rector del Convitto Internazionale, una residencia de formación permanente para clérigos de diversas partes del mundo.
Hoy, la familia tomasina eleva una oración por su alma, y al mismo tiempo da gracias a Dios por la vida fecunda de Fray Orlando, quien encarnó el espíritu tomista y dominicano con profundidad intelectual, compromiso pastoral y sensibilidad humana.
Su legado permanece entre nosotros en la memoria de quienes compartieron con él la vida universitaria, en los cientos de estudiantes que guiaron su caminar en la fe y en la verdad, y en cada rincón de nuestra comunidad donde su palabra y su ejemplo dejaron huella.
¡Gracias, Fray Orlando, por tu entrega, tu sabiduría y tu testimonio!