Con el objetivo de construir y reconstruir un espacio social de derecho y justicia para superar la violencia de los territorios donde carece la presencia del Estado y en todas aquellas regiones, poblaciones y comunidades que están históricamente olvidadas, la Santoto Bogotá abrió sus puertas para la inauguración y realización del Congreso Nacional de Paz “Uniendo voces, territorios por la Paz Total”, llevado a cabo del 12 al 14 de marzo.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo de fray Mauricio Antonio Cortés Gallego, O.P., Vicerrector Académico General, quien dio una calurosa bienvenida a todos los ponentes e invitados del congreso. Por su parte, Germán Alexander Gamba Trimiño, Decano de la Facultad de Sociología, también estuvo presente en esta apertura para agradecer la participación de todos los asistentes y organizadores del espacio: Corporación Viva la Ciudadanía, Redprodepaz, Plataforma Colombiana de Derechos Humanos Democracia y Desarrollo, y Justapaz.
Cada una de estas organizaciones tiene el objetivo de luchar el por el respeto de los Derechos Humanos, garantizar una vida sin guerra y escuchar aquellas voces que alguna vez se silenciaron por temor y dolor, dejando las secuelas del conflicto armado.
El Congreso Nacional de Paz “Uniendo voces, territorios por la Paz Total”, se desarrolló en el marco de tres temáticas: “Participación ciudadana y territorios una clave para la paz total”; “El buen vivir y la justicia ambiental”; y “Espiritualidades para la reconciliación”, sobre las cuales hubo varias intervenciones de los representantes de las organizaciones que hicieron posible su realización, tales como Martín Nates, Director Ejecutivo de Justapaz; Estella Alba, Coordinadora Nacional de la Redprodepaz; y Aura Rodríguez, representante de Viva la Ciudadanía, quien presentó acotaciones importantes y mencionó que hay que discutir acerca de las grandes transformaciones que necesita el país para alcanzar la paz desde los diferentes territorios.
Pensar en la necesidad de conseguir la paz también es pensar en superar la pobreza y la desigualdad, el modelo de desarrollo, el modelo político y lo que acarrea el cambio ambiental. Discurso que contextualiza sobre el enfoque primordial del congreso respecto a la participación de los representantes de los diversos territorios del país y no solo de las ciudades capitales.
Otro de los invitados fue César López, reconocido compositor colombiano, quien ha liderado la misión de construir la paz y la reconciliación en el país usando la música como principal instrumento. Y es que precisamente el escenario tuvo la oportunidad de escuchar “Hasta que amemos la vida”, una emotiva canción con la que se sintió la nostalgia en el auditorio.
Los ponentes de los paneles mencionaron que la paz no es precisamente para las fuerzas armadas ni para el Gobierno, es para las víctimas y todos los colombianos, porque concebir la paz no es posible sin la participación ciudadana. En palabras de uno de los invitados: “La paz no es silenciar los fusiles (…) no vamos a encontrar una solución si no pensamos de una manera distinta”.
A lo largo de los tres días hubo distintas mesas de participación tales como:
- Garantías para la participación
- Participación con enfoque de género
- Participación y espiritualidades
- Participación y juventud
- Acuerdos Humanitarios
- Tierras, Mujer y Paz
- Iglesias y eco-espiritualidades
- Justicia ambiental y género
- Alternativas a las economías ilegales y paz
- Legado de Comisión de la CEV
- Diálogos ecuménicos por la reconciliación
- Espiritualidades y armonización de los territorios
- Movimientos emergentes y la paz urbana
Además de estas mesas de diálogo, el congreso tuvo espacio para la presentación de emprendimientos en las instalaciones del Campus Central con personas de las distintas regiones del país, fomentando el apoyo a campesinos, artesanos y emprendedores.
Desde la Santoto enviamos un especial agradecimiento y felicitamos a todos los ponentes, participantes, invitados y a las distintas organizaciones por hacer realidad este Congreso Nacional de Paz, un escenario tan fructífero y alentador que nos invita a fomentar la paz y la reconciliación para ir más allá de nuestros límites.