Daniela Viveros Durán, nacida en 1998 en el municipio de Zipaquirá (Cundinamarca), lleva consigo un legado de tenacidad heredado de sus abuelos, Cecilia Avandaño de Durán y Miguel Durán. Antes del fallecimiento de Miguel, junto con Cecilia, dirigían una tienda bajo la sombra de la emblemática Catedral de Sal, donde vendían espectaculares obleas, un negocio que dejó una marca imborrable en la comunidad local.
Crecida en un entorno donde la influencia de su abuela y su madre le proporcionó las bases de resiliencia y liderazgo que definen su carrera hasta hoy, Daniela enfrentó adversidades desde muy temprana edad, pero la solidaridad y el apoyo incondicional de su familia fueron clave para su desarrollo.
Desde pequeña, se destacó por su liderazgo natural en el Colegio de La Presentación, donde fue elegida personera, y se graduó en 2014.
Su pasión por la comunicación la llevó a la Universidad Santo Tomás, donde no solo se graduó suma cum laude en Comunicación Social para la Paz, sino que también dejó una marca con su investigación en comunidades indígenas del Cauca, culminando en la coautoría de un libro.
Su carrera profesional ha sido igualmente impresionante. Desde ser jefa de mercadeo en Kienyke.com hasta establecer el área de prensa en la Universidad Santo Tomás, Daniela ha dejado su huella.
Recientemente, fue becada por el Gobierno de Estados Unidos para participar en el prestigioso programa de ‘Visitor Leadership Program’ en comunicaciones y periodismo. Como la más joven de cinco periodistas seleccionados de Colombia, Daniela representa a los jóvenes de su municipio en escenarios destacados a nivel mundial.
A sus 25 años, Daniela Viveros Durán es una fuente de orgullo para Zipaquirá. Con cada acción, reafirma que el espíritu de superación y la identidad cultural de Zipaquirá pueden tener un eco global, inspirando a jóvenes y adultos a seguir sus pasos en la búsqueda de un futuro más prometedor y equitativo.
Esta integración de la historia familiar al inicio del texto ayuda a contextualizar mejor el carácter y las raíces de Daniela, reforzando la narrativa de su conexión con Zipaquirá y su legado cultural y empresarial.