Con la popularización de herramientas de inteligencia artificial generativa, se ha hecho cada vez más común la circulación de contenido manipulado en redes sociales. Imágenes falsas, audios alterados y videos creados artificialmente se están utilizando para desinformar, engañar o crear narrativas ficticias. Ante esta realidad, expertos recomiendan una serie de pasos y herramientas clave para verificar la autenticidad del contenido que consumimos a diario.
El primer paso para confirmar si una imagen ha sido manipulada es realizar una búsqueda inversa. Herramientas como Google Lens, Yandex, TinEye o el buscador de imágenes de Microsoft Bing permiten cargar la imagen sospechosa y rastrear si ha sido publicada anteriormente, en qué contexto y con qué modificaciones. Si aparece una versión diferente, se puede concluir que hubo edición o manipulación.
En el caso de los videos, se recomienda tomar capturas de pantalla de fotogramas claves y realizar una búsqueda inversa sobre esos fotogramas. Una herramienta muy útil es InVid, una extensión que ayuda a verificar videos mediante la extracción de imágenes, análisis de metadatos y segmentación de cuadros, lo que permite detectar ediciones o falsificaciones.
Varias plataformas están diseñadas específicamente para detectar contenido generado con inteligencia artificial. Algunas de las más recomendadas son:
Hive Moderation, que permite analizar imágenes, videos y texto.
WasItAI, especialmente eficaz con imágenes creadas en plataformas como DALL·E o MidJourney.
Illuminarty, que analiza texto, imagen y video usando modelos de visión computacional.
AI or Not, que identifica si una imagen o video fue generado por inteligencia artificial.
También se recomienda acudir a verificadores de datos confiables o a redes como la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN), donde diferentes organizaciones colaboran para identificar y desmontar información falsa.
Además de las herramientas tecnológicas, es fundamental desarrollar un pensamiento crítico frente al contenido que se consume. Antes de compartir una publicación impactante, se debe verificar su fuente, revisar los comentarios y contrastar con medios confiables. El exceso de dramatismo, la falta de contexto o las imágenes extremadamente perfectas pueden ser indicios de contenido manipulado.
Frente a una realidad en la que la inteligencia artificial avanza rápidamente, la mejor defensa es una ciudadanía informada y con herramientas para distinguir lo verdadero de lo fabricado.