Abajo la moral de la crueldad
Columna editorial #JusticiaParaSara
Entendiendo la moral de la crueldad como la voluntad de poder que quiere abusar de la vida y en medio de la banalidad humana, sin juzgarla; en medio del amarillismo de lo visual, sin satanizarlo; en medio de una ignorancia general sobre el bienestar del otro, otro no nuestro, otro de otro tipo, un otro desvinculado de nuestro sentido de sobrevivencia como humanos, estas son algunas preguntas retóricas para hoy:
¿Qué pasa por nuestras cabezas cuando teniendo las capacidades humanas para salvar a alguien, priorizamos la posibilidad del reporte amarillista de la violencia?
¿Hasta dónde llega el odio por la diferencia que se usa como arma letal?
¿Qué tipo de significado le estamos dando a las palabras, cuando el sentido negativo de palabras como crueldad se perdió?
¿Por qué, en un país donde deberíamos saber y actuar en concordancia con lo que nos ha costado la guerra y el odio, le damos valor a la moral de la crueldad para autorizar el abuso y la violencia de lo que “no se entiende”, “de lo que es diferente”, “de lo que no nos enseñaron”, “de lo que…”?
¿Realmente somos civilizados cuando navegamos a través del scroll en las realidades construidas desde los algoritmos que evidencian las carencias personales?
Sin lugar a dudas, a veces la crueldad se instala en el lugar de la existencia, de la vida y del bienestar.
Quiero pensar que si yo hubiera pasado o hubiera estado cerca:
¿Y, tú?
Con tristeza, pero aún con esperanza…
Boris Orlando
#JusticiaParaSara