En diálogo con Kienyke.com, Román Luna Rojas, el artista tomasino que encontró en la adversidad una oportunidad para vivir de forma auténtica, habló sobre el papel transformador de la pintura en su vida.
El arte suele ser una de las disciplinas más recurrentes para contrarrestar en algunos casos, el peso de la rutina, y en otros para oxigenar la realidad. Cuando se habla de este mundo, la libertad es un concepto que toma relevancia y el artista aprovecha esto para plasmar su creatividad e imaginación en un producto, que usualmente refleja su estado ánimo, sentimientos o emociones.
Es por esto que al apreciar una canción, poesía o puesta en escena, enfocarse en el autor también es importante, esto permite entender su producto y el mensaje que quiere transmitir a la sociedad, sin olvidar, que la interpretación del mismo es subjetiva y esta, es en esencia, una de las bondades que regala el arte.
Este es el caso de Román Luna Rojas, un artista nortesantandereano egresado de la Universidad Santo Tomás, que debido a su condición, emplea la boca y los pies para pintar. “El amor al arte nace desde muy niño, incluso antes de perder mis brazos. Era mi pasión dibujar todo lo que observaba. Luego ocurrió lo del accidente en el trapiche (máquina donde muelen caña para hacer panela)” indicó.
Continúa leyendo la noticia publicada por Kienyke el 04 de abril de 2022